OutZone

Pocos juegos de acción han sido tan balanceados en sus características como OutZone. Si creían que el Commando y el Ikari Warriors habían dicho todo lo que un arcade puede decir sobre el género, no pueden perderse la verdadera joya retro que es este port en flash del fichín original. Lástima que no soporte dos jugadores, y el placer de jugarlo quede en el onanismo. Aunque siempre pueden buscar las roms originales, bajarse un buen emulador y comenzar a teclear a cuatro manos.

Moon Lander

Bueno, es en realidad una remake concienzuda del pionero Lunar Lander. No son muchos mis recuerdos de los años 70, pero tengo en claro haber jugado a este gran juego en un gabinete completamente original no mucho después de 1979 en Mar del Plata. La gran sensación de manejar semejante enorme palanca para controlar la velocidad agregaba una futurista sensación a los hermosos gráficos vectoriales. Para los ultrafanáticos la norma es jugar al original en un MAME, pero para los apurados esta versión en flash es realmente genial. También les recomiendo leer los posts del sitio del programador en donde nos podemos enterar de las características especiales del monitor original así como jugar a una versión 3D que ocupa tan solo 5K.

Effing Hail

¿Qué más se puede pedir de un videojuego? Hermosos y cuidados gráficos en un diseño simple y original. Música electrónica repetitiva, emocionante y con estilo. Y la sensación de poder hacer casi realidad las pulsiones anales destructivas masivas que tenemos desde la infancia. De yapa, aprender un poco sobre capas atmosféricas. Effing Hail es una cita obligada, al menos por un par de minutos, para todo gamer de raza.

Gray

Gray es un juego diseñado para provocar pensamientos en el jugador. ¿Qué clase de pensamientos? En verdad nada aquí puede definirse sin el jugador, quien es el centro de esta especie de experimento social. La estética, sutilmente retro y minimalista, me resulta encantadora. Pueden dejar los comentarios sobre qué les pareció el juego en este mismo blog, más que nada sobre cómo lo interpretaron y qué les despertó.

Nota: la gracia es llegar hasta el final del juego. Para un gamer no puede demorar más de 5 minutos.

I wish I were the moon

Cuidada estética rozando lo retro, aunque I wish I were the moon calificaría más como romanticismo minimalista. En la página del autor pueden encontrar más experiencias que combinan la clásica pareja de la manipulación con el romance.

(gracias El Marto por esta recomendación)